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| Sara C Petrizzo fotografía |
a Andrea y Amanda
Es el sentimiento contenedor de la mujer lo que provoca el misterio.
Gracias a la imagen figurativa que impone el signo, este retrato produce la sensación de presencia física de dos personas replicadas en su inmediatez por el cuerpo reflejado en el espejo.
Cabe preguntarse dónde se encuentra la realidad, en la mente del espectador o del fotógrafo?. Seguramente los sucesos a los que nos referimos se encuentran en la mente del fotógrafo proyectados en la imagen de sus hijas.
El espíritu del fotógrafo da lugar a otra dimensión de la realidad, una dimensión indivisible del amor absoluto que reside en el discurso fotográfico del retrato.
La narración proviene de los contrastantes claroscuros que trasladan al espectador a lo atemporal donde lo inesperado de la imagen reflejada y la real conviven con lo poético en un gesto de creativo atrevimiento.
De esta manera la imagen sugerida del retrato es una manera de hacernos ver el espíritu agazapado del fotógrafo en el espejo.
Pero más allá de quien sea en realidad el retratado lo convierte en interlocutor de quien lo observa entrando en juego la realidad alternativa combinada con la simplicidad metafórica de la imagen.
Sin caer en reminiscencias la imagen nos invita a un viaje mágico por el rostro de mis hijas en el que la realidad y el mundo reflejado se funden para darnos a entender que ellas forman parte de un mismo continuo, la vida!
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