jueves, 24 de febrero de 2022

Del ganchillo al Prozac. Relatos cortos

60 metros cuadrados, el Blue Note jazz club de a Coruña 

Una mesa de distancia me separa de Mr Sax y su combo. Presentación programada por el legendario bar club de Jazz en calle ciega del Orzán.

Pagué10 € para entrar al recinto y reposar una cerveza sobre la superficie de la mesa de coser Sigma que decora el lugar sin saber lo que me esperaba.

Antes de comenzar la función reconocí inmediatamente a los franceses asiduos al bar sentados en unos de los laterales. La srta ganchillo me sonría mientras tejía una bufanda escuchando la música sin parar.

En otro extremo un hombre discutía con su mujer, la srta prozac. La actitud impaciente de la pareja resonaba en el espacio repercutindo en el saxofonista. Mr sax interrumpió con un gesto desafiante para decirles " ahora toco yo". 

Huérfana de piedad, la música se convirtió en un depresivo como protagonista para la srta prozac. Resultando de todo ésto que el Sr Alberto tuviera que recoger las copas abandonadas sobre la escena.

Contrariamente a este evento, recordé a un músico desafiante con su música pero amable,Wayne Shorter. Junto a Hancock, Clarke y Hakim celebramos lo extraordinario de la música del cuarteto con la gentileza  expresiva y sensible de un gran hombre, gracias Wayne!


                                   



















lunes, 19 de abril de 2021

Deshabitar un espacio

HACE UN AÑO DE TODA ESTA LOCURA DEL COVID Y ME ENCONTRÉ CON ÉSTAS IMÁGENES POR COMPARTIR. EN VERDAD HAY RAZONES POR LAS QUE EL ENCIERRO PRODUCE ESTADOS INIMAGINABLES. AQUÍ LES DEJO ALGUNAS DE ELLAS











lunes, 4 de mayo de 2020

Testimonios Objetuales





Jiří Wolker comenta: “Amo los objetos, compañeros taciturnos, porque todos tratan con ellos como si no estuvieran vivos.”
Franz Werfel escribió: “Tranquilos objetos, que en una hora plena, he acariciado como fieras mansas.”
Retratos de lo inadvertido. Testimonios objetuales
En el intento de recuperar el ropaje de las cosas que silenciosamente acompañan nuestra cotidianidad, esta serie logra escenificar la identidad oculta de los objetos registrados en un hogar.
La intencionalidad dramática en el uso de la luz reflejada en el paisaje doméstico constituye el testimonio de los objetos en el paso del tiempo de los momentos vividos.

Concebida como una estampa de la permanencia, el encuadre de lo inanimado en el paisaje fotográfico genera el poder de visualizar la huella de la temporalidad latente en las dinámicas familiares y humanas presentes en nuestro haber.ella de la temporalidad latente en las dinámicas familiares y humanas presentes en nuestro haber.

























lunes, 19 de septiembre de 2016

Nunca existe un lugar


La voz femenina de esta imagen es una forma intimista del movimiento del cuerpo y la mente descarnada de una mujer como parte de la percepción de lo que deseamos ser. Una profunda mirada al interior de lo inacabado, insatisfecho e inconforme en constante búsqueda de la totalidad. 

La imagen en monocromo del cuerpo logra que la mirada contenedora del autorretrato resquebraje el sentido de finitud. También desnuda las cicatrices del miedo y la desesperanza soportando el vacío que atraviesa la piel para depositarse sigilosamente en la mente del espectador.

No es un hechizo de Fata Morgana, la imagen existe por sí sola en el tiempo y el espacio en el que respiramos. Yace en la quietud del imaginario buscando la fragilidad del propio reflejo donde reconocerse. Incita a rebasar el límite no sólo en la ardiente actividad imaginativa de la mente sino también en los entresijos del ser.

Así entonces, la imagen busca expresar el significado disponible en los registros de la memoria. Activa la válvula del inconsciente y nos invita a pasear por un laberinto sensorial en donde involucra las zonas oscuras y luminosas de nuestra mente. La rúbrica del verdadero aspecto o realidad íntima de la vida que se manifiesta en cada momento de la existencia humana.