El autorretrato: Expresión íntima de la reflexión entre el encuentro de la psicología analítica y el arte fotográfico.

                                                                                                   a mi terapeuta Nancy Sarquis

“A veces en la noche oscura de tu alma, habrás aspirado a una luz inconmensurable que un día lejano e incierto vendría a iluminar tu desamparo” Meditación

Desde hace tres años emprendo la búsqueda intuitiva del autorretrato a modo de leitmotiv. A lo largo de la obra/viaje se recrean las imágenes interiores de los estados de ánimo sombríos, nostalgia, angustia y desesperanza, lo que me permite una perspectiva sobre el tema de lo perecedero y duradero en la psicología del autorretrato.

La obra/viaje considerada como una peregrinación es una búsqueda de “sí mismo” y de las transformaciones psíquicas en las profundidades del ser a lo largo del  proceso creativo de la serie. El viaje íntimo habita en el fuego del corazón y se revela a sí mismo como el remolino interior que nos acompaña en la travesía  de la vida lo que implica un tipo de locura, la pasión ardiente en el silencio de la melancolía.

El carácter personal de la imaginería contemplativa del autorretrato logra ver en la intimidad del mundo reflejado los contenidos herméticos profundamente inconscientes en analogía con el cosmos que se corresponden en el hombre, “como es arriba es abajo”, a través de la experiencia iniciática del proceso de transformación creativa.

Los contenidos psíquicos en el autorretrato son el  testimonio de que se puede alcanzar los objetivos de la peregrinación en la serie: la personificación de la vida interior, los valores de los sentimientos  y  la individuación.

Elegir ver el infinito pleno en “sí mismo” es una expresión poética del absoluto.