miércoles, 20 de agosto de 2014

Ángel caído. La imagen prohibida

Quien se sienta a la orilla de las cosas
Resplandece de cosas sin orillas.
Verano Ida Vitale

Por esos días de mayo mi amigo Gabriel y yo tomamos el tren desde Devoto hacia el cementerio ubicado en Chacarita al oeste de la ciudad de Buenos Aires. Aunque el día estaba nublado y con ganas de querer llover, como es común en esas fechas, el tiempo no impidió que fuéramos a tomar imágenes fotográficas pero sí una serie de eventos desafortunados.

Las flores adornaban la entrada del pórtico. Esculpido en lo alto del dintel se encontraba el ángel dando la bienvenida al lugar. La presencia innocua  de aquella escultura guiaba desde lejos la entrada al cementerio.

Nos dispusimos a sacar las cámaras cuando una de las señoritas vigilantes nos negó la posibilidad de hacerlo. Nos anunció que teníamos que pedir permiso, hecho irrelevante para nosotros.

Caminamos en dirección hacia los mausoleos con mayor discreción para no ser advertidos por la joven. Una vez dentro de los senderos, la intuición creativa no se hizo esperar. Antes de cruzar la primera esquina, mi amigo ya había sacado la cámara con precaución. Un poco más tarde me invadió la sensación de sacar la mía del estuche, cosa que hice en el acto.

Famosos en el cementerio de Chacarita yacen en sus tumbas levantadas al cielo. En los largos senderos reposan los cuerpos de los más célebres personajes. Recorrido interminable por lo inmenso del lugar.

Seducida por una de las figuras en reposo, una escultura negra de mármol tumbada boca arriba, arribó el llamado incesante de mi inocente cordura. Un ángel en su máxima expresión y de tamaño descomunal me atrapaba con sus alas doblegándome hacia ella.

Era el advenimiento de mi objetico perfecto. Con demasía precaución pude colocar el dedo en el disparador de la cámara. Me atreví por todos los medios a desobedecer las órdenes dadas en aquél momento y tomar la imagen que me atraía por completo.

Tras largas caminatas por el lugar estrechando palabras sobre el hecho fotográfico nos dispusimos a salir del recinto. Palabras que valoro de un gran amigo y que me dan la fortaleza para seguir fotografiando hoy en día.


Sin la mayor presunción salimos del recinto con la imagen prohibida.





1 comentario:

  1. Wow... que increíble esa foto, me deja boquiabierto y sin palabras, me encanta ¡está de película! ¡Mis ojos agradecen tu valentía! ¡Qué sabroso se siente ser rebelde cuando con ello se obtienen resultados como este! :-)

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